Si tuviera que resaltar algo en concreto de lo que me emociona cada mañana, diría que los gestos de agradecimiento de las personas a las que ayudé a encontrar una parte muy importante de sus sueños, su hogar. Esas personas que han confiado en mí y realmente hacen que me implique y sienta gran responsabilidad en ayudarles a conseguir lo que desean, un hogar para vivir y sentirse bien.
Normalmente mi relación con las personas a las que ayudo no acaba cuando firmamos la compra-venta, me gusta mantener el contacto pasado el tiempo para asegurarme de que ellos son felices y de que yo hice un buen trabajo.